Podría ser

La crisis, implacable, castiga a los que menos responsabilidad tienen en su creación: la gente trabajadora. Hombre y mujeres, que son excluidos del mercado laboral y que luchan cotidianamente por su reincorporación al mismo. La Declaración Universal de los Derechos Humanos dice en su artículo 23:

1.Toda persona tiene derecho al trabajo, a la libre elección de su trabajo, a condiciones equitativas y satisfactorias de trabajo y a la protección contra el desempleo.

A la manera de los clásicos cantautores norteamericanos (los viejos storytellers) intenté retratar la épica de un hombre (bien pudiera ser una mujer) que lucha por algo tan elemental como debiera ser un trabajo que le permita, tal y como reconoce como derecho la Declaración Universal aprobada por la ONU en 1948, una existencia conforme a la dignidad humana.

Esta es la historia de hombres y mujeres que buscan su lugar en el mundo, que reclaman el respeto y reconocimiento de una sociedad que ha de saber ver en ellos el potencial que por su simple condición de seres humanos encierran en su interior. Hombres y mujeres que dejan un trozo de corazón en cada currículum entregado en la búsqueda de una oportunidad. Su búsqueda no ha de ser una súplica, porque su acceso a la vida laboral es el cumplimiento de un derecho del que se es propietario por naturaleza.

El afecto más cercano rescata del desconsuelo a tanta gente que se ve en tan penosa situación. Es en las pequeñas cosas en las que uno encuentra esa poesía que no siempre somos capaces de ver, son los pequeños sueños el andamio sobre el que trepamos para rehabilitar la imagen de lo que podemos ser, para reconstruir la estima que estos días de caos controlado, de expedientes de regulación, de frío y humo tratan de arrebatarnos. La realidad no termina donde lo hace este espejismo cuya fachada se resquebraja. La realidad termina donde lo hacen nuestros sueños.

Somos la brasa que palpita en el rescoldo, que se niega terca a apagarse. Tu canto, tu soplo reanima la llama y nos recuerda lo qué es vivir.

Ismael Serrano



"...Podría ser cartero de Neruda,
pescador de estrellas, navegando en la luna,
piloto de cometas, explorador de abismos,
quizá recolector de gotas de rocío.
Quisiera ser un hombre, es poco lo que pido..."


La Radio Ataca

Un pequeño aporte para quienes no sepan
qué escuchar en la radio...

Saludos.

Nosotros y los demás

"...La violencia aparece en el mundo porque nosotros, seres humanos, estamos continuamente creando barreras artificiales entre los hombres que son como nosotros y hombres que no lo son. Clasificamos a los hombres como si fueran especies distintas, y es entonces cuando tememos a los demás. Estamos aislados, solitarios y asustados, porque el vecino es nuestro enemigo. Los jóvenes, sin embargo, han descubierto lo absurdo que es esto y, al menos hoy por hoy, han tomado la determinación de no dejarse corromper por nuestro sistema de valores autodestructor. Merecen aliento, no reproches."

Estudiando para Antropología Social y Cultural, me crucé con un texto del año 1967, donde Edmund Leach, en su libro Un mundo en explosión, estudiaba la relación tensa que notaba entre los adultos y los jóvenes en Inglaterra.
Me sorprendió la actualidad que mantiene y lo aplicable que es a nuestra sociedad., al debate que nos bombardea desde los medios de comunicación masivos.
Un pequeño regalito que dejo para quien se choque con este blog.

P.D: El capítulo entero lo pueden conseguir acá.

Alejandro Sanz: tres joyitas en dúo

Princesa (con Joaquín Sabina)



Romance de Curro el Palmo (con Joan Manuel Serrat)



Si tú no vuelves (con Miguel Bosé)




Lo universal y lo particular

Un cronopio iba a lavarse los dientes junto a su balcón, y poseído de una grandísima alegría al ver el sol de la mañana y las hermosas nubes que corrían por el cielo, apretó enormemente el tubo de pasta dentífrica y la pasta empezó a salir en una larga cinta rosa. Después de cubrir su cepillo con una verdadera montaña de pasta, el cronopio se encontró con que le sobraba todavía una cantidad, entonces empezó a sacudir el tubo en la ventana y los pedazos de pasta rosa caían por el balcón a la calle donde varios famas se habían reunido a comentar las novedades municipales. Los pedazos de pasta rosa caían sobre los sombreros de los famas, mientras arriba el cronopio cantaba y se frotaba los dientes lleno de contento. Los famas se indignaron ante esta increíble inconsciencia del cronopio, y decidieron nombrar una delegación para que lo imprecara inmediatamente, con lo cual la delegación formada por tres famas subió a la casa del cronopio y lo increpó, diciéndole así:
-Cronopio, has estropeado nuestros sombreros, por lo cual tendrás que pagar.
Y después, con mucha mas fuerza:
-Cronopio!, no deberías derrochar así la pasta dentífrica!

Julio Cortázar
en Historias de cronopios y de famas

Memoria ilustrada

Memoria ilustrada

Miércoles 8 de julio al lunes 17 de agosto
en el Centro Cultural Recoleta


“Memoria ilustrada” es el nombre de la muestra de dibujantes y humoristas gráficos argentinos convocados para ejercer una reflexión profunda -desde el lenguaje del humor- usando recursos tales como: la viñeta, el chiste o el dibujo, sobre el trágico atentado a la sede de la AMIA en su 15º aniversario.